Solo quiero escribir

Solo quiero escribir, en esta catarsis infinita. Como en una metamorfosis me encierro en mi capullo para cambiar de alas una vez mas. Viviendo el aislamiento hermita de esta soledad, cuante los días como siglos entre los ruidos de minutos muertos en esta manos blancas. Cuentos para dormir y humo azul tiñen las paredes de esta casa que no es mi casa. Hombres sin hogar, sin tiempo y sin apellido matan sus pecados virtuales en las filas de las colas del metro. Ascensores de emociones, de catástrofes, héroes con miedo, jugadores de juegos sin reglas y premios de mentira. Mi respeto a los arboles sigue creciendo. Cosas que quiero, que no quiero. Memorias sin recuerdos, nombres olvidados, amores de fuego, fragancias compradas en los aeropuertos. El ladrido de los perros es un ruido que grita desde lejos. El olor a comida casera, a flores, a pueblo, al pan nuestro de cada día, a misa de domingo, a ropa secada al sol. Como un impulso singular, casi constante, de volver a lo básico. Basta de boludas y boludos, basta de marcas en mi cuerpo. Solo quiero escribir, mirar por la ventana y ver una ciudad que me ilumine el alma. Es hora de partir, voy a empezar a hacer las valijas, este cuerpo cansado buscara otro cuarto donde hacerme la cama.